Halloween es la fiesta de los peatones por excelencia (coincidiendo con el Mes Nacional de la Seguridad de los Peatones), en la que los niños y sus adultos se ponen divertidos disfraces para pedir caramelos. Pero el monstruo más mortífero de tu barrio no necesita disfraz: ¡es tu coche!

Circulate San Diego lanza un espeluznante recordatorio instando a los conductores a extremar la precaución, ya que cada vez hay más niños en el vecindario en busca de golosinas.

«Conducir bajo los efectos del alcohol convierte una noche inquietante en una pesadilla de la vida real», dijo Carlisle Dockery, Director de Planificación de Circulate San Diego. «Si tu noche incluye copas en una fiesta de Halloween, asegúrate de planificar un viaje sobrio a casa. Incluso una bebida puede alterar el juicio».

La noche de Halloween puede ser especialmente peligrosa en las carreteras de nuestro país. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA), los adultos de 21 a 34 años tuvieron el mayor porcentaje (54%) de víctimas mortales en accidentes por conducir ebrios en la noche de Halloween de 2018 a 2022.

Tanto si celebras Halloween como el Día de los Muertos, Circulate San Diego ofrece los siguientes consejos para que las familias se mantengan seguras y compartan la carretera de forma responsable:

• Recuerda que los coches no necesitan disfraces porque ya son los monstruos más mortíferos de nuestra comunidad.
• Evita conducir si es posible: ¡utiliza el tranvía o el autobús, la bici o coge un taxi!
• Reduce la velocidad y sé consciente del aumento del tráfico peatonal en las zonas residenciales.
• Tómate más tiempo para buscar a los que piden dulces en los cruces y al entrar o salir de las entradas.
• No conduzcas nunca distraído o en estado de embriaguez.
• Si vas a un bar, restaurante o fiesta en casa y tienes pensado beber, lleva a un conductor sobrio designado, utiliza el transporte público o un servicio de taxi o quédate a pasar la noche.
• Sigue rutas conocidas y bien iluminadas.

La financiación de este programa procedió de una subvención de la Oficina de Seguridad Vial de California, a través de la Administración Nacional de Seguridad Vial.